sábado, 28 de febrero de 2009
una de tierra por las que van de arena
Viernes por la tarde. Relamiéndome los bigotes con la música de fondo de Satyricon. El nuevo disco está asesino. Mañana estarán en vivo, y yo me los perderé [de nuevo] ¿Por qué no te mueres? ¿Por qué no te vas y nos dejas en paz? ¿Por qué no dejas de interferir en mis briagas y en mis conciertos? ¿Por qué no? Pero claro; eres un ingreso extra de sábados por la noche [y eres una persona también, así que ¿por qué no te vas y dejas de sufrir, de hacernos sufrir a todos?] Pensamiento fugaz, tenaz, mordaz. Mañana será sábado y no iré a ver a Satyricon. Mañana será sábado y te ayudaré a moverte con una sonrisa en el rostro. No es hipocresía, me caes bien después de todo. Es viernes, la noche ha llegado y entonces: la llamada. Has fallecido esta tarde. ¡Vale madres! ¡mi ingreso extra! ¿Vale madres? Haz dejado de sufir. ¡Puedo ir a las briagas sabatinas... puedo ir a despedirte al velorio y al funeral y entonces prepararme para ir mañana a ver a Satyricon!... Pero no, ya no hay boletos y de nuevo... [de nuevo]