lunes, 13 de abril de 2009

depresión # 5

Desde anoche el ambiente ha tenido ese extraño aroma a depresión. Sigo vivo, respirando, observando, escuchando. Aún así el olor no se va ni se materializa, sólo está ahí, acechando. ¿Será que el poder del gran oso señor maloso lo mantiene a raya? Hambre, sueño, hastío, aburrimiento, algunas lágrimas pasajeras, molestia fugaz que roza con el viento y eriza los vellos del lomo. Pero la depresión no se hace presente. Sólo su rastro. Sólo su aroma. 14:50, larga jornada a media carrera y la sonrisa perdida de una niña en el autobús que viaja a paso de tortuga. El agua salada a punto de brotar de nuevo en mis ojos, la imagen del oso que me acompaña a la distancia, en el horizonte un futuro certero caminando a hurtadillas entre los días de sudor y sangre. El aroma sigue ahí... ¿acaso llegarás, depresión? ¿Acaso le ganarás la carrera al gran oso señor maloso dueño de mis pensamientos y mis sonrisas? ¿Osarás adelantar el paso y dar la cara una vez más?

2 comentarios:

Brody Bear dijo...

Llega un momento en que todos nos sentimos asi, y no hay forma de evitarlo, duele cada momento, pero yo se que es pasajero. No dejes que se quede

Animo, sabes que te queremos ;)

Besos y Abrazos

Anktsunamunh dijo...

Danke sehen, mein Freund Brody Bear!

Así es, con ayuda de mi oso y los amigos volví a auyentar al fantasmo de la depresión. Sonrío y ella huye con el rabo entre las patas. ¡Le hemos ganado otra batalla, muchas gracias!