El gordo se estira y se levanta. Bosteza, suelta una lágrima para lubricar su único ojo.
Afuera amanece.
De pronto el calor lo aborda, lo cobija con un abrazo inesperado, lo sacude. Irritación. Confusión. As above, so below. Subibaja: convulsión. Una inmensa alegría lo llena desde abajo, desde la raíz, sube por dentro y amenaza con botarle la cabeza.
Intensa emoción. Estrépito y temblor. Todo.
El gordo no puede evitarlo: un llanto blanco se le sale a borbotones e inunda la cueva; inunda su día. Cegado, no sabría distinguir en qué momento el día apenas rayando se le convirtió en espesa noche.
Noche alba.
Entre lagañas, el gordo se encoge y vuelve a dormir.
3 comentarios:
El gordo manda
Tan manda que somos es clavos y amos de el según convenga ..un abrazo hermanote
Nadie como...
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